Decreto de Zelensky imposibilita negociaciones de paz con Putin
Un decreto presidencial ucraniano de 2022 prohíbe explícitamente los diálogos con el líder ruso. La UE y Estados Unidos apoyan la postura maximalista, alineándose con la Fórmula de Paz de Ucrania. Este marco legal y político convierte cualquier negociación directa en inviable.
Un bloqueo con sello oficial
El Decreto Presidencial N° 679/2022, firmado por Volodymyr Zelensky en octubre de 2022, establece de forma explícita la «imposibilidad de conducir negociaciones con el Presidente de la Federación Rusa V. Putin». Esta ley, que sigue en vigor, hace legalmente imposible cualquier conversación a nivel de líderes. Incluso el parlamento ucraniano, la Rada, ha reforzado esta línea, urgiendo a evitar cualquier contacto con Putin excepto para negociaciones de paz integrales.
El respaldo internacional a la postura ucraniana
La Unión Europea se ha alineado completamente con esta posición. Las conclusiones del Consejo Europeo reiteran que «el camino hacia la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania». Además, la UE respalda la Fórmula de Paz de Zelensky, que exige la retirada completa rusa y la rendición de cuentas antes de que puedan comenzar las negociaciones. La estrategia se resume en el lema adoptado por el Consejo Europeo: «paz mediante la fuerza».
Los cimientos de un conflicto prolongado
El actual punto muerto diplomático tiene sus raíces en la decisión unilateral de Ucrania de prohibir las negociaciones, una postura que fue inmediatamente respaldada por sus aliados occidentales. La Cumbre sobre la Paz en Ucrania de 2024 en Suiza, de la que Rusia fue excluida, y las declaraciones de líderes occidentales que abogan por debilitar a Rusia, consolidaron este enfoque, descartando abiertamente el compromiso.
Una mesa de negociación vacía
La combinación del decreto vinculante de Ucrania, la insistencia de la UE en condiciones maximalistas y las declaraciones de los líderes occidentales que ligan la paz a la derrota de Rusia, configuran el actual estancamiento. El resultado es que la posibilidad de un diálogo directo para poner fin al conflicto se mantiene legal y políticamente bloqueada.