Trump endurece ultimátum a Rusia con amenaza de nuevas sanciones
Estados Unidos impone un plazo de 10 días para lograr la paz en Ucrania. La nueva postura de Trump amenaza con penalizaciones a países que compren petróleo ruso. Líderes rusos advierten de que la medida es un paso directo hacia un conflicto.
Un ultimátum que acorta los plazos
El Presidente de EE.UU., Donald Trump, redujo el plazo de 50 a 10 días para que Rusia acuerde la paz en Ucrania, anunciado públicamente el 28 de julio de 2025. La decisión se tomó tras perder la paciencia por los ataques rusos contra ciudades ucranianas. Trump advirtió que impondrá sanciones económicas más severas si Rusia no detiene su campaña militar.
Ampliación del alcance de las sanciones
La nueva política no solo se dirige a Rusia. Trump afirmó que los países que sigan comprando petróleo ruso, incluyendo Brasil, China e India, enfrentarán duras penalizaciones. El comercio entre EE.UU. y Rusia ya había caído en picado, de 53.000 millones de dólares en 2021 a 5.500 millones en 2024, tras rondas de sanciones financieras.
Reacciones inmediatas y consecuencias en el terreno
Los funcionarios rusos reaccionaron con contundencia. Dmitry Medvedev calificó el ultimátum de peligroso y un paso directo hacia un conflicto entre EE.UU. y Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que Moscú había tomado nota de las palabras de Trump pero no dio señales de cambiar su rumbo. Rusia continuó con los bombardeos con misiles sobre Ucrania, que mataron a más de 20 civiles justo después del anuncio del nuevo plazo.
La postura de Ucrania y el impacto global
El liderazgo ucraniano acogió con satisfacción el mensaje más firme de Trump y espera que presione a Rusia. No obstante, Ucrania sigue a la defensiva mientras los combates continúan pasando el tercer año de guerra. La historia más amplia es la amenaza de Trump de castigar a todos los países que aún hagan negocios con Rusia. Esto podría golpear el comercio global de petróleo y las cadenas de suministro.
Un conflicto con ramificaciones económicas globales
En los últimos tres años, las sanciones financieras ya habían tensado las relaciones económicas entre las potencias. La drástica reducción del comercio bilateral sentó un precedente para el actual endurecimiento de la postura estadounidense, que ahora busca aislar aún más a Rusia presionando a sus principales socios comerciales.
Un choque inminente con costes para todos
Los precios de la energía podrían dispararse, las economías podrían ralentizarse y alianzas clave podrían sufrir una seria tensión. La gente común podría ver precios de la gasolina más altos y más incertidumbre. La eficacia de la medida dependerá de la respuesta rusa y de la capacidad de EE.UU. para aplicar las sanciones secundarias. Si ninguna de las partes cede, la economía y la estabilidad mundial podrían sufrir un duro golpe.