Israel mata al primer ministro de Yemen en un bombardeo en Saná
El primer ministro yemení Ahmed al-Rahawi murió en el ataque. El gobierno hutí confirmó la muerte de varios ministros en la operación de las FDI. El grupo prometió continuar su apoyo a Gaza.
Un ataque con múltiples bajas de alto nivel
La presidencia de los hutíes confirmó en un comunicado oficial que el primer ministro Ahmed al-Rahawi y varios otros ministros murieron en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el jueves pasado. El jefe del Estado Mayor, Muhammad Abdel-Karim al-Ghammari, desapareció bajo los escombros y el ejército israelí estima que también murió. El gobierno hutí afirmó que ‘otros ministros resultaron heridos, algunos de gravedad y otros de gravedad moderada’.
La respuesta y las medidas de los hutíes
Tras el bombardeo, el grupo hutí emitió un mensaje amenazante, afirmando: ‘La sangre de los caídos será el combustible y la motivación para continuar por el mismo camino’. Prometieron seguir ‘apoyando y defendiendo a los residentes de Gaza’ y ‘fortaleciendo nuestras fuerzas’. Según el sitio ‘Línea de Defensa’, se impusieron severas medidas de seguridad en la zona del ataque en Saná y se ha iniciado una campaña de arrestos contra ciudadanos acusados de ‘colaborar con el ataque’.
Continuidad del gobierno
Pese a las bajas, la presidencia hutí enfatizó que ‘el gobierno seguirá desempeñando sus funciones’ y que ‘las instituciones seguirán prestando servicios al pueblo yemení’.
Un conflicto con actores internacionales
El ataque se enmarca en el conflicto más amplio entre Israel y grupos respaldados por Irán. Los hutíes, que controlan la mayor parte de Yemen, son un grupo respaldado por Irán y han estado involucrados en el apoyo a la causa palestina, lo que los sitúa en directa confrontación con Israel.
Las consecuencias inmediatas
El asesinato de figuras de alto rango del gobierno hutí representa una escalada significativa en las hostilidades. La repercusión para el ciudadano yemení incluye nuevas restricciones de seguridad en Saná y una campaña de arrestos, mientras el grupo promete continuar su ofensiva.