Pueblos indígenas exigen participación activa en la COP30 de Belém
Las comunidades amazónicas buscan una posición unificada frente a las amenazas de sus territorios. La cumbre climática se celebrará en noviembre en Brasil. Los líderes indígenas denuncian presión de actividades ilegales y proyectos legislativos.
«La selva solo existe gracias a los pueblos indígenas»
Los pueblos indígenas de la Amazonía exigen ser escuchados en las negociaciones de la COP30. La lideresa Janete Alves afirmó que las comunidades se están organizando a nivel regional, nacional e internacional para llegar con una posición unificada a la cumbre. Advirtieron que su participación no puede ser meramente simbólica y que sus propuestas deben ser consideradas en las decisiones globales sobre el clima.
Presiones y amenazas constantes
Los pueblos originarios enfrentan la amenaza constante de mineros ilegales, madereros y narcotraficantes. A esto se suman las disputas por tierras con grandes hacendados, debido a la falta de regularización de un buen porcentaje de tierras indígenas. En el Legislativo brasileño, aumentan los proyectos de ley que buscan abrir estas tierras a la minería, al gas y a obras de infraestructura.
Un reconocimiento necesario
La labor de los pueblos originarios en la conservación es reconocida por organizaciones conservacionistas. Patricia Machado de Imaflora atribuye ese resultado a su modo de vida tradicional. No obstante, subrayó que falta un reconocimiento más amplio de los servicios ambientales que prestan, ya que su trabajo impacta a todos y no solo a quienes viven en la selva.
Guardianes de un patrimonio en riesgo
Entre 1985 y 2023, apenas el 1,2% de la vegetación nativa en territorios indígenas fue destruida, frente al 19,9% registrado en áreas privadas, según MapBiomas. Sin embargo, los pueblos enfrentan una creciente presión relacionada con intereses económicos, que se suma a los efectos de la peor sequía e incendios desde 2010.
El futuro de la selva depende de su gente
La eficacia de la participación indígena en la COP30 dependerá de que sus voces sean incorporadas en las decisiones globales. Su lucha por la defensa de sus territorios y modos de vida se presenta como un elemento clave para la conservación efectiva del bioma amazónico.