Seis partidos y un pueblo indígena conforman la nueva Asamblea Legislativa
El PDC será la fuerza dominante pero sin mayoría absoluta. El MAS, tras casi 20 años de hegemonía, queda reducido a una presencia simbólica con apenas dos diputados. La nueva configuración política fue definida tras los resultados oficiales del TSE.
Un nuevo mapa político para Bolivia
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio a conocer oficialmente los resultados de las elecciones generales del 17 de agosto. La Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) contará con la representación de seis organizaciones políticas y un pueblo indígena. El Partido Demócrata Cristiano (PDC) será la fuerza dominante, pero sin mayoría, seguido de Alianza Libre y la coalición Unidad.
Composición de la Cámara Baja
La Cámara de Diputados queda conformada de la siguiente manera: PDC con 49 diputados, Libre con 39, Unidad con 26, Alianza Popular con 8, Súmate con 5 y el MAS con 2. Como hecho inédito, se eligió un diputado sin partido político, registrado por el Consejo Indígena Yuqui: Eliseo Antezana Núñez como titular y Dina Guaguasubera como suplente, electos en la circunscripción especial 2 de Cochabamba.
Presencia en la Cámara Alta
La Cámara de Senadores tiene presencia de sólo cuatro organizaciones políticas: PDC, Libre, Unidad y Súmate.
El fin de una era hegemónica
El Movimiento al Socialismo (MAS), que dominó la ALP durante casi dos décadas, queda con apenas dos escaños, marcando una presencia netamente testimonial. Esta presencia mínima del MAS destaca el cambio profundo en el mapa político nacional.
Una Asamblea para la negociación
La nueva configuración de la ALP será presidida principalmente por el PDC, que junto a Libre y Unidad se aseguraron la mayoría de los curules. Unidad, aunque en tercer lugar, sus siete curules pueden jugar un papel importante en los acuerdos.
Un panorama de coalición
El escenario político boliviano, tras casi 20 años de dominio mayoritario del MAS en la Asamblea Legislativa Plurinacional, experimenta una transformación radical. Los resultados electorales del 17 de agosto reconfiguran por completo el equilibrio de poder, dando paso a un parlamento fragmentado donde la negociación será clave.
Gobernar con consensos
La gobernabilidad del país dependerá de la capacidad de las fuerzas políticas para formar alianzas estables. La amplia representación de seis partidos y un pueblo indígena define un nuevo modelo de gestión legislativa basado en el diálogo y los acuerdos.