Eva Copa permite a sus militantes elegir libremente su apoyo en balotaje
La alcaldesa de El Alto no impondrá disciplina de partido para la segunda vuelta. La excandidata presidencial de Morena deja la decisión de apoyo a sus bases. También ratificó que no buscará la reelección en los comicios subnacionales de 2026.
Libertad de elección para los militantes
La excandidata presidencial de Morena y alcaldesa de El Alto, Eva Copa, determinó dejar a sus militantes elegir a quién apoyar en la segunda vuelta electoral. «Todos los militantes y simpatizantes de Morena tienen el derecho de elegir a quién quieren apoyar», declaró Copa este jueves. «Ellos son libres de poder elegir a quién quieren apoyar y lo mismo deberían hacer los demás», añadió, refiriéndose al balotaje entre Rodrigo Paz (PDC) y Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre).
Un balotaje sin instrucciones de voto
Esta postura significa que el partido Morena no emitirá una instrucción de voto oficial para el 19 de octubre. Copa enfatizó que esta es una decisión personal que cada militante debe tomar evaluando las propuestas y simpatías de los candidatos.
Renuncia a la reelección municipal
En la misma intervención, la autoridad alteña ratificó que no buscará su reelección en las Elecciones Subnacionales de 2026. «Yo no creo en la reelección», afirmó de manera categórica. Copa justificó su decisión argumentando que «hay una nueva generación que está en camino y hay que darles una oportunidad».
Un ciclo político que se cierra
Eva Copa, una figura política clave en El Alto, fue candidata presidencial en los comicios del 17 de agosto con el partido Morena. Su decisión de no imponer una línea de voto y de no buscar la reelección marca un distanciamiento de las prácticas tradicionales de liderazgo en la política boliviana.
El futuro se decide en octubre
El electorado de Morena, y por extensión el de Bolivia, deberá definir al próximo presidente sin una directriz clara de uno de sus líderes. La postura de Copa deja en manos de los ciudadanos la decisión final entre Paz y Quiroga, en un proceso que ella misma pidió que se viva de forma «libre y pacífica».