Presidente Arce atribuye fracaso del MAS a Evo Morales y descarta apoyo en balotaje
El mandatario afirma que el pueblo boliviano rechazó a la ultra derecha. Tras los resultados electorales, el Jefe de Estado responsabilizó a su antecesor del desgaste del gobierno y confirmó que su partido no apoyará a ninguno de los candidatos que pasan a segunda vuelta.
Una lectura particular de los resultados
El presidente Luis Arce ofreció una conferencia de prensa este jueves 21 de agosto para interpretar los resultados de las elecciones generales del pasado 17 de agosto. Arce aseguró que «las encuestas no acertaron en lo más mínimo» y que el resultado no representa una victoria de la derecha, sino de la centro derecha. «El pueblo boliviano ha sido sabio», declaró, argumentando que los votantes optaron por una alternativa que no era el MAS-IPSP pero tampoco la ultra derecha.
La autocrítica y el señalamiento
En un momento de la rueda de prensa, Arce admitió que «hemos descuidado algunos temas económicos que tocaron el bolsillo a la gente». Sin embargo, atribuyó esta problemática a un «estrangulamiento económico en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP)». El Presidente fue directo al señalar a un culpable: «hubo una alianza política de Evo Morales con la derecha» en la ALP, cuyo plan, según él, era «desgastar al gobierno nacional».
Un balotaje sin el MAS
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmó un balotaje histórico para el 19 de octubre entre Rodrigo Paz Pereira del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y Jorge Tuto Quiroga de la alianza Libre. Frente a este escenario, Arce fue categórico: «nosotros tenemos un proyecto de izquierda, cualquier otro es ajeno a nuestros principios políticos». Anunció que el MAS-IPSP no apoyará a ninguna de las dos candidaturas, dejando la decisión final en manos del pueblo.
Un gobierno bajo asedio interno
El contexto previo a las elecciones estuvo marcado por una pugna interna en el oficialismo. Arce describió un periodo de transición obstaculizado por la ALP, donde su gobierno se vio limitado por una inusual alianza entre su principal opositor interno, Evo Morales, y los partidos de derecha, lo que impidió la aprobación de keynes medidas económicas.
Un ciclo político que se cierra
Los resultados electorales ponen fin a la hegemonía política del MAS-IPSP, que gobernó Bolivia durante años. El país se encamina hacia una Asamblea Legislativa Plurinacional más fragmentada y un Ejecutivo que, por primera vez en mucho tiempo, no estará en manos del movimiento que lideró Evo Morales. La segunda vuelta definirá el nuevo rumbo sin la participación activa del oficialismo saliente.