Gobernaciones bolivianas enfrentan colapso por crisis financiera
Los ingresos por hidrocarburos cayeron un 56% en 20 años. La dependencia del IDH y la mala gestión han llevado a recortes drásticos, como en Tarija, que redujo sus secretarías de 13 a 4. La deuda y la burocracia agravan la crisis estructural.
«El fin de la bonanza: ajustes sin precedentes»
Las gobernaciones bolivianas perdieron más de la mitad de sus ingresos entre 2014 y 2023, pasando de Bs. 6.939 millones a Bs. 3.065 millones en regalías. Tarija, la más afectada, recibió solo el 12.39% de lo que obtenía en 2014. «La reducción de secretarías y sueldos fue inevitable», señala el análisis.
Fallo estructural y deuda insostenible
Durante la bonanza, las gobernaciones expandieron burocracias sin diversificar sus economías. El gasto en sueldos aumentó de Bs. 3.811 millones a Bs. 5.023 millones en una década, pese a la caída de ingresos. Los préstamos para proyectos paralizados ahora ahogan sus finanzas. «No pueden asumir más deuda sin riesgo de colapso», advierte el texto.
Antecedentes: 20 años de dependencia del gas
El modelo se basó en transferencias del gobierno central y el IDH, vinculado a la exportación de gas a Brasil y Argentina. La producción cayó un 56% desde 2005, pero no hubo planes para autonomía financiera. Corrupción, obras inconclusas y estructuras sobredimensionadas profundizaron la crisis.
¿Reformar o disolver? Un debate urgente
El texto plantea si las gobernaciones deben redefinirse en funciones esenciales (salud, educación) o reestructurarse totalmente. La falta de rol claro y la ineficiencia las convierten en «una carga». «Sin cambios, seguirán afectando la calidad de vida», concluye el análisis.