Homenajes a Luis Espinal a 45 años de su asesinato

Organizaciones y autoridades recuerdan el legado del jesuita Luis Espinal, asesinado en 1980 por su lucha contra las dictaduras en Bolivia.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
Grupo de personas sentadas y recostadas en el suelo, algunas cubiertas con mantas.
Imagen de varias personas en un espacio interior, posiblemente descansando, con algunas de ellas cubiertas con mantas para abrigarse.

Homenajes recuerdan a Luis Espinal a 45 años de su asesinato

Organizaciones y autoridades destacan su legado en derechos humanos y democracia. El jesuita fue asesinado en 1980 por su oposición a las dictaduras. Este sábado, jóvenes visitaron su tumba en La Paz.

«Un faro para la lucha por la justicia»

Luis Espinal, nacido en España en 1932 y nacionalizado boliviano en 1970, fue secuestrado, torturado y asesinado el 21 de marzo de 1980 por militares y paramilitares bajo el Plan Cóndor. Su crimen conmocionó al país, y su entierro reunió a 80.000 personas, según crónicas de la época.

Defensor incansable

Espinal enfrentó a la dictadura de Hugo Banzer (1971-1978) y denunció corrupción y autoritarismo. Hernando Calla, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz, resaltó su apoyo a la huelga de hambre de las mujeres mineras en 1977: «Hacía aportes políticamente muy lúcidos».

Legado cultural y político

Dirigió el semanario Aquí, enfocado en los intereses populares, y su pasión por el cine inspiró el Día del Cine Boliviano (21 de marzo). Franco Albarracín, abogado de CEJIL, lo calificó como «figura emblemática para los derechos humanos».

La sombra del Plan Cóndor

Espinal fue víctima de la operación coordinada entre dictaduras sudamericanas en los años 70-80. Su muerte anticipó el golpe de Luis García Meza en julio de 1980, marcando uno de los periodos más oscuros de Bolivia.

Flores y memoria en Achachicala

Este sábado, jóvenes del grupo Café Semilla Juvenil visitaron su tumba y el lugar donde fue hallado su cuerpo. La Alcaldía de La Paz y la Cinemateca Boliviana también rindieron homenajes, reafirmando su vigencia como símbolo de resistencia.