García Linera afirma que el voto nulo benefició a la derecha parlamentaria
La derecha controla el 90% del parlamento tras los comicios. El exvicepresidente analiza los errores del oficialismo y el impacto de la anulación del voto. Declaró en una entrevista para el programa Aristegui Noticias.
Un análisis desde la experiencia
Álvaro García Linera, exvicepresidente de Bolivia, realizó un balance de las recientes elecciones generales. Consideró que promover el voto nulo «fue un error que benefició a la derecha», la cual, según sus cálculos, tiene el 90% del parlamento. Afirmó que esta decisión dejó a la izquierda sin representación parlamentaria, lo que generará complicaciones.
La evaluación de Luis Arce
García Linera se refirió a la presidencia de Luis Arce, calificándola como «una casualidad de la vida». Señaló dos errores clave: creer que el 55% de los votos de 2020 le pertenecía y enfrentarse a Evo Morales, y no entender que el modelo económico implementado en 2005 requería reformas de segunda generación al entrar en declive.
El verdadero peso de la izquierda
El exdignatario aseguró que, en conjunto, la izquierda alcanzó el 30% del electorado. Este porcentaje agrupa los votos de Andrónico Rodríguez, Eduardo Del Castillo y el voto nulo impulsado por Evo Morales. Los votos que logró el PDC (Partido Demócrata Cristiano) eran masistas, principalmente de El Alto y las periferias de las ciudades, y fueron recogidos por el binomio ganador, Paz-Lara.
Un paisaje político fragmentado
El proceso eleccionario reveló una profunda división dentro del oficialismo y la izquierda. Las peleas intestinas y la estrategia del voto nulo fragmentaron el electorado que antes apoyaba al MAS. Este escenario permitió el ascenso de Rodrigo Paz Pereira, cuya victoria se atribuye también a captar a los votantes indecisos en las últimas semanas.
Un nuevo capítulo político
El resultado electoral configura un parlamento dominado abrumadoramente por la derecha y deja a las fuerzas de izquierda sin una representación significativa. La capacidad de influencia política de Evo Morales y sus allegados queda thus reducida a la acción social, fuera de las instituciones legislativas, marcando el inicio de una nueva era en la política boliviana.