Criminóloga alerta alianza entre narcos y contrabandistas en Bolivia
El PCC brasileño ya opera en el país con reclutamiento carcelario. La experta Gabriela Reyes vinculó el fenómeno con corrupción y militarización antcontrabando. La advertencia se dio este 18 de agosto tras analizar casos como la fuga de un miembro del PCC en Chonchocoro.
«Rutas y armas: el negocio compartido del crimen organizado»
Reyes confirmó que narcotraficantes y contrabandistas bolivianos colaboran en rutas clandestinas y acceso a armamento. «Esta alianza se ha consolidado por la corrupción y las políticas de fuerza contra el contrabando», explicó. Entre los actores identificados destacan miembros del PCC, como Felipe Edvaldo Meneses, fugado tres veces de prisión.
Presencia brasileña con alto perfil
La criminóloga subrayó que el PCC replica en Bolivia su estrategia regional de reclutar en cárceles. Aunque no hay cifras exactas, señaló que «hay brasileños con prontuario buscados por su país que operan aquí». Mencionó casos como Marcos Roberto de Almeida («Tuta»), confirmando que no son simples emisarios, sino figuras clave.
Antecedentes: Corrupción y fronteras permeables
El texto señala que la militarización de la lucha contra el contrabando y la corrupción han facilitado esta alianza criminal. El PCC, originario de São Paulo, extiende así su influencia en Bolivia usando métodos ya probados en otros países.
Un desafío que cruza fronteras
La advertencia de Reyes evidencia la internacionalización del crimen organizado en Bolivia, con actores brasileños consolidados y prácticas como el reclutamiento carcelario. La situación plantea retos para las autoridades, dada la sofisticación de estas redes.