Transportistas bolivianos no votan por permanecer en filas de combustible
Decenas de choferes no ejercieron su derecho al voto por esperar combustible. La escasez de diésel y gasolina, agravada por falta de divisas, obligó a transportistas a elegir entre abastecerse o sufragar este 17 de agosto en Santa Cruz. El certificado electoral es obligatorio para trámites bancarios y públicos.
«Varados entre el surtidor y la urna»
Marcelo, un transportista cruceño, relató que lleva desde el viernes noche en fila cerca del quinto anillo: «No es que no queramos votar, es que no podemos salir de aquí». La Fiscalía reportó normalidad electoral, pero este sector quedó excluido pese a alertar previamente al Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Consecuencias administrativas
Sin el certificado de sufragio, los transportistas no podrán cobrar cheques ni acceder a servicios públicos. Marcelo explicó que muchos perdieron las papeletas de peaje que acreditan su impedimento: «Nos perjudica en todos los trámites».
Combustible vs. democracia
El Gobierno atribuyó la escasez a la insuficiencia de divisas para importar carburantes subvencionados. La crisis lleva meses, pero se agudizó en vísperas electorales. El TSE calificó la jornada como «tranquila», aunque omitió mencionar este conflicto específico.
Cuando el tanque vacío frena las urnas
Bolivia enfrenta desabastecimiento intermitente de combustible desde 2023, con protestas recurrentes del sector transporte. La obligatoriedad del voto, vigente desde 2009, exige el certificado para gestiones cotidianas, creando un dilema logístico para trabajadores esenciales.
Un derecho estancado en la doble vía
El incidente revela cómo crisis estructurales afectan garantías democráticas. Mientras las autoridades destacan la normalidad, un segmento ciudadano asume costos administrativos por priorizar su sustento. La resolución dependerá de mejorar el abastecimiento sin condicionar derechos.