Bolivia rebaja a 106.000 hectáreas cultivos afectados por lluvias

El gobierno boliviano contradice a la CAO y asegura que solo 106.000 hectáreas de cultivos han sido afectadas por las lluvias, frente a las 500.000 estimadas inicialmente.
unitel.bo
Un hombre frente a micrófonos a la izquierda y un campo anegado a la derecha.
La imagen muestra una conferencia de prensa con un hombre y un paisaje agrícola inundado.

Gobierno boliviano rebaja a 106.000 hectáreas los cultivos afectados por lluvias

El Ministerio de Desarrollo Rural contradice a la CAO, que estimaba 500.000 hectáreas dañadas. Las inundaciones impactan a 182.308 productores en 35% de los municipios. El ministro Yamil Flores asegura que la producción nacional no está comprometida.

«Cifras en disputa: satélites versus reportes sectoriales»

El ministro Flores afirmó que las 106.000 hectáreas afectadas representan solo el 3.5% del total sembrado. Criticó a la CAO por «elevar reportes de manera exagerada», aunque admitió que los daños siguen en evaluación con tecnología satelital y equipos en terreno. La cifra oficial incluye cultivos de soya, maíz y ganado.

Impacto en el sector ganadero

Flores detalló que 536.509 cabezas de ganado (principalmente camélidos y bovinos) han sufrido afectaciones. El Gobierno proyecta recuperar el 90% de los animales, mientras los ganaderos del Beni trasladan reses en pontones para evitar pérdidas.

Fondos y futuro: entre lo aprobado y lo pendiente

Además de los 75 millones de dólares ya asignados, se gestiona un crédito de 250 millones para emergencias. Los recursos se destinarán a reconstrucción de infraestructura y reactivación productiva. El 80% de las hectáreas sembradas podrían salvarse, según proyecciones oficiales.

Lluvias que no dan tregua

Bolivia enfrenta desde marzo inundaciones recurrentes que han declarado en desastre a siete municipios. El COED de Beni alertó sobre un nuevo «golpe de agua», mientras el sector agropecuario acumula pérdidas en granos y ganadería.

La recuperación dependerá de los fondos

La discrepancia en cifras refleja la complejidad de cuantificar daños en curso. Mientras el Gobierno prioriza evitar el desabastecimiento, los productores exigen agilidad en compensaciones. La aprobación del crédito adicional será clave para la reconstrucción.