La marraqueta boliviana reduce su peso por la crisis económica
El pan subsidiado pesa hasta 10 gramos menos que lo establecido. Denuncian desvío de harina subvencionada para otros productos. El símbolo alimentario refleja la presión sobre los subsidios en vísperas electorales.
«El pan que no engaña: más pequeño pero al mismo precio»
La marraqueta, el pan más consumido en Bolivia, mantiene su precio histórico de 50-60 centavos de boliviano, pero su peso bajó de 60 gramos reglamentarios a 50 gramos o menos. «No nos engañan por sostener el precio», afirma María, compradora en el Mercado Lanza de La Paz. Panaderos reconocen que redujeron el tamaño para compensar costos.
Denuncias y controles
El viceministro Jorge Silva acusó a los panaderos de usar harina subsidiada para otros panes no subvencionados. Operativos con balanzas detectaron 130 puntos de venta incumpliendo el peso. La levadura subsidiada cuesta 23 Bs frente a 230 Bs en el mercado.
Un símbolo con historia bélica y crisis actual
Bautizado como «pan de batalla» por las raciones militares en la Guerra del Chaco (1930), hoy refleja el agotamiento del modelo de subsidios. Evo Morales los financió con ingresos del gas natural, pero la caída de reservas (de 15.122 millones de dólares en 2014 a 3.148 millones actuales) tensiona el sistema. Los subsidios representan el 4,2% del PIB.
Impacto en la vida cotidiana
La escasez de marraqueta por las tardes y las colas para combustibles «muestran el reflejo de la crisis en el día a día». La inflación acumula 16,92% en 2025 y el dólar paralelo cotiza a 13,47 Bs frente al oficial de 6,96 Bs.
Elecciones y futuro incierto de los subsidios
Los candidatos favoritos, Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, plantean eliminar subsidios para estabilizar la economía, especialmente en combustibles. La polémica sobre el pan evidencia el debate sobre la sostenibilidad de estas políticas.
Un bocado amargo para cerrar una era
La reducción de la marraqueta sintetiza los desafíos económicos de Bolivia: presión fiscal, inflación y dependencia de subsidios. Su futuro dependerá de las decisiones del próximo gobierno sobre un sistema que ya muestra grietas.