Vladimir Peña comparte su lucha contra el cáncer tras ocho sesiones de quimioterapia
El exsecretario de la Gobernación de Santa Cruz relata su proceso médico en redes sociales. Diagnosticado en marzo de 2025, ha superado cirugías y terapias intensivas. Destaca el apoyo familiar y social como motor para continuar su tratamiento.
«La vida es extraña, pero quiero vivirla más que nunca»
Vladimir Peña, exsecretario de la Gobernación de Santa Cruz, reveló en un emotivo mensaje los detalles de su batalla contra un cáncer agresivo sin metástasis detectada. «Los médicos son cautelosamente optimistas», afirmó, tras ocho sesiones de quimioterapia, dos cirugías y 33 días hospitalizados. Agradeció el apoyo masivo recibido, desde familiares hasta desconocidos.
El largo camino del tratamiento
Peña detalló que, desde su diagnóstico en marzo, enfrentó 22 sesiones de fisioterapia, inmunoterapia y 8 días en terapia intensiva. Aunque el pronóstico mejora, continuará con radioterapia y más quimioterapias. «Hay días buenos y malos, pero mi familia es mi refugio», señaló, especialmente a su esposa y madre, quien lo acompaña en cada sesión.
Solidaridad que reconforta
Resaltó gestos como una patasca solidaria organizada por vecinos y medicamentos ofrecidos por una madre que perdió a su hijo. «Ante tantos gestos, solo tengo gratitud infinita», escribió. También mencionó su lenta reinserción a la rutina: trabaja remoto, ayuda en casa y anhela volver a correr para jugar con sus tres hijos.
Cuando el diagnóstico lo cambia todo
Peña fue informado de su enfermedad por su hermano médico en un hospital. «Hay cosas que cambian la vida para siempre», reflexionó. Antes de su diagnóstico, ocupaba cargos políticos clave en Santa Cruz. Su caso ha visibilizado los desafíos de pacientes oncológicos en Bolivia.
Un mensaje de esperanza desde la adversidad
El testimonio de Peña, acompañado de una foto sonriente con su madre, trasciende lo médico: habla de resiliencia y la importancia del apoyo social. Su historia sigue en desarrollo, con tratamientos pendientes, pero con un optimismo que contagia a sus seguidores.