Tres candidatos debaten ante la ausencia de cinco aspirantes presidenciales
Del Castillo, Aracena y Paz Pereira fueron los únicos en asistir al segundo debate del TSE. El evento, celebrado el 12/08/2025 en Bolivia, estuvo marcado por críticas a los ausentes, quienes priorizaron actos de campaña o entrevistas mediáticas. Andrónico Rodríguez justificó su inasistencia por considerar el debate «improvisado».
«En democracia deberíamos debatir todos»
Los candidatos presentes Eduardo Del Castillo (oficialismo), Pavel Aracena (ADN) y Rodrigo Paz Pereira (PDC) coincidieron en cuestionar la ausencia de sus rivales. Del Castillo destacó la necesidad de hablar de economía, mientras Aracena aseguró que su partido presentará «un plan serio para atraer inversiones». Paz Pereira, en ascenso en las encuestas, defendió el rol del TSE en el proceso democrático.
Los ausentes y sus justificaciones
Andrónico Rodríguez (Alianza Popular) envió una carta al TSE alegando que el debate era «improvisado». Los demás candidatos (Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga, Manfred Reyes Villa y Jhonny Fernández) optaron por cierres de campaña o apariciones en medios. Fernández, por ejemplo, priorizó una entrevista televisiva antes que el debate.
Un debate con más sombras que luces
El evento reflejó la polarización preelectoral, con enfrentamientos verbales sobre corrupción y seriedad de propuestas. Paz Pereira, respaldado por su vice Edman Lara (popular entre jóvenes), aprovechó para posicionarse como alternativa fresca. Mientras, los ausentes generaron dudas sobre su disposición al diálogo público.
Elecciones en la mira
El debate ocurre en un contexto de campaña cerrada, donde las encuestas muestran cambios en la intención de voto. La ausencia masiva evidencia estrategias divergentes: algunos candidatos prefirieron el contacto directo con votantes o espacios mediáticos controlados.
La pelota está en el tejado de los votantes
El impacto real del debate se medirá en las urnas. Los presentes buscaron capitalizar su asistencia como muestra de transparencia, mientras los ausentes arriesgan ser percibidos como evasivos. El TSE mantuvo el evento pese a las críticas, reafirmando su rol en la organización electoral.