Ciclistas enfrentan peligros por ciclovías invadidas y mal diseñadas
Las ciclovías en Santa Cruz están ocupadas por comerciantes y vehículos, según denuncian usuarios. La infraestructura presenta tramos desconectados, dañados y sin señalización, obligando a los ciclistas a transitar entre el tráfico motorizado. El problema afecta especialmente al Cuarto Anillo y zonas comerciales como el mercado Los Pozos.
«Pedalear en la ciudad es un verdadero desafío»
Los ciclistas enfrentan desniveles, bloques de concreto levantados y tramos interrumpidos, especialmente en el Cuarto Anillo. Entre las avenidas Alemania y Beni hay al menos tres puntos dañados, mientras que cerca del canal Isuto y la avenida San Martín existen cinco zonas con el pavimento levantado. «La ciclovía desaparece en el viaducto, obligándonos a mezclarnos con los motorizados», describe un usuario.
Invasiones y falta de seguridad
En el mercado Los Pozos y el parque El Arenal, las ciclovías son usadas como estacionamiento y puestos ambulantes. Gustavo Sánchez, ciclista, critica que algunas rutas solo están pintadas sobre la calzada, sin señalización ni condiciones seguras. Además, tramos oscuros aumentan el riesgo para los usuarios.
Un circuito que no conecta
Las ciclovías fueron diseñadas para unir distintos sectores, pero la falta de continuidad y mantenimiento las hace inútiles. En el Cuarto Anillo, los ciclistas deben esquivar postes de alumbrado y señalizaciones mal ubicadas. La situación se repite en zonas comerciales, donde el espacio está ocupado por vendedores informales.
Infraestructura que no cumple su función
El proyecto de ciclovías en Santa Cruz se planteó como una solución para la movilidad sostenible, pero su ejecución deficiente y el incumplimiento de normativas han convertido el recorrido en un riesgo constante. A pesar de ser una de las ciudades con más kilómetros de ciclovías en Bolivia, su uso práctico es limitado.
Un problema que frena la movilidad sostenible
La situación actual desincentiva el uso de la bicicleta como medio de transporte, pese a su potencial para reducir el tráfico y la contaminación. Sin mantenimiento y con invasiones recurrentes, las ciclovías siguen siendo un proyecto incompleto que pone en riesgo a quienes intentan usarlas.