Choferes denuncian cobros ilegales en filas por diésel en Santa Cruz
Los viajes interdepartamentales se redujeron un 80% por la escasez de combustible. Transportistas pasan hasta 48 horas en colas, mientras personas inescrupulosas venden lugares prioritarios por hasta Bs 400. La crisis afecta al agro y al transporte en pleno feriado patrio.
«Hacer filas se ha vuelto el pan de cada día»
La terminal Bimodal de Santa Cruz enfrenta colas de hasta tres cuadras para cargar diésel, con choferes pernoctando en sus vehículos. «Antes llenábamos el tanque en horas, ahora perdemos días», explica Antonio, quien viaja con su familia para no separarse. YPFB admite que solo cubre el 90% de la demanda, por restricciones presupuestarias del Banco Central.
El negocio de las filas
Personas ajenas al transporte cobran hasta Bs 400 por ceder lugares en las colas. «Es un negocio: vehículos que no usan diésel ocupan puestos y los revenden», denuncia un chofer. Otros pagan «calladitos» para acelerar el proceso y descansar tras viajes largos.
Operadores al límite
Empresas de buses redujeron sus frecuencias de 10 a 2-3 viajes diarios. «Hay demanda de pasajes, pero sin combustible no hay salidas», afirma un operador. El feriado del 6-8 de agosto agrava la situación, con unidades paralizadas en surtidores.
200 años de independencia, un siglo de dependencia energética
Bolivia importa el 90% del diésel que consume, pero las asignaciones semanales ($55-60 millones) no cubren lo necesario ($63 millones). YPFB atribuye la crisis a limitaciones de divisas y reitera que los privados pueden importar, aunque el subsidio estatal sigue siendo insostenible.
Fiscalización y resignación
La estatal petrolera promete coordinar con transportistas y combatir el acopio ilegal, pero sin más recursos no habrá soluciones inmediatas. Mientras, los choferes cargan frustración junto al combustible: «¡En 22 años jamás viví esto!», grita uno entre la fila.