Arce niega fin del ciclo del MAS mientras oposición augura mayoría aplastante
El presidente boliviano defendió su gestión en el Bicentenario, insistiendo en que el modelo del MAS perdurará. Opositores como Quiroga y Doria Medina prevén un cambio radical tras las elecciones de agosto, con posible mayoría legislativa para reformas constitucionales.
«El ajayu del proceso de cambio sigue vivo»
En su último discurso por el Bicentenario en la Casa de la Libertad, Luis Arce aseguró que los problemas económicos actuales son «coyunturales» y parte de una «transformación estructural». Negó que su gobierno marque el fin del ciclo iniciado por el MAS hace 20 años, afirmando que el modelo político-económico continuará «por dos décadas más».
Oposición confiada en un giro histórico
Jorge «Tuto» Quiroga (Libre) pronosticó una «aplastante mayoría» opositora en las elecciones del 17 de agosto, lo que permitiría «acabar con el modelo socialista». Samuel Doria Medina (Unidad) coincidió: «La mayoría quiere salir del masismo mediante el voto». Analistas como Carlos Valverde anticipan que la oposición podría lograr dos tercios en la Asamblea Legislativa, facilitando reformas constitucionales.
División interna y críticas
Andrónico Rodríguez, candidato de una vertiente del MAS, reconoció que los problemas de combustible y divisas requieren soluciones estructurales. Mientras, analistas como Carlos Cordero señalaron que «el MAS hizo las cosas muy mal» y que se avecina un «cambio de ciclo» en el Ejecutivo y Legislativo.
Bicentenario en tiempos electorales
La celebración del Bicentenario coincide con las elecciones generales que podrían redefinir el mapa político boliviano. El contexto actual está marcado por escasez de combustibles y divisas, además de una polarización entre el oficialismo y una oposición que ve la oportunidad de terminar con la hegemonía del MAS.
El futuro se decide en las urnas
El discurso de Arce refleja la batalla narrativa por el legado del MAS, mientras la oposición apuesta a un voto de cambio. Los resultados electorales determinarán si Bolivia mantiene su modelo actual o inicia reformas profundas impulsadas por una posible mayoría opositora.