Fahrlehrer en Múnich gana más que como educador y duda de su sueldo
Simon Zöller, de 29 años, pasa de educador a instructor de autoescuela con mejor salario. El profesional confiesa que a veces cree que gana demasiado. Trabaja en la Fahrschule Bogenhausen y valora especialmente el éxito de alumnos con dificultades.
«La mejor recompensa es ver superar a quienes más lo necesitan»
Simon Zöller, instructor en Múnich, destaca que su mayor satisfacción es cuando alumnos con ansiedad logran el carné tras varios intentos. Relata el caso de una joven que aprobó en su sexto examen: «Para ellos la alegría es mayor». Aunque disfruta las clases nocturnas, reconoce que su salario actual le genera reflexiones.
De educador a conductor de éxitos
Tras trabajar en educación infantil, Zöller se formó como instructor. El cambio supuso un aumento significativo en sus ingresos, algo que él mismo cuestiona en ocasiones. Su dedicación llega al punto de estar dispuesto a trabajar incluso los domingos.
Un oficio con recompensas intangibles
Más allá del aspecto económico, el artículo subraya la motivación emocional del profesor. La Fahrschule Bogenhausen, donde trabaja, se ubica en el noreste de Múnich, zona con alta demanda de estos servicios. El reportaje original fue publicado el 30 de julio de 2025 por la F.A.Z., destacando el contraste entre su anterior empleo y el actual.
Múnich: una ciudad al volante de oportunidades
La capital bávara tiene un mercado laboral dinámico para instructores de conducción, con escuelas como Bogenhausen que combinan formación técnica y apoyo personalizado. El perfil de Zöller ilustra cómo la reconversión profesional puede mejorar condiciones económicas, aunque no exenta de dilemas éticos.
Un camino que no siempre es recto
La historia de Zöller muestra que el valor de un trabajo va más allá del salario, aunque este sea un factor relevante. Su experiencia con alumnos que superan adversidades refleja el impacto social de su labor, según el artículo de la F.A.Z.