Gobierno de Arce enfrentó el peor bloqueo económico en 40 años
El ministro Novillo cifró en 6.000 millones de dólares el daño económico. Ocurrió entre 2022 y 2025 por paros, bloqueos y veto legislativo a créditos. La declaración se dio a dos semanas de las elecciones generales.
«Un plan para asfixiar económicamente al gobierno»
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, afirmó que el Ejecutivo de Luis Arce sufrió «el peor bloqueo económico en la era democrática boliviana». Señaló que la estrategia combinó paros cívicos, bloqueos de carreteras y el rechazo sistemático a créditos internacionales en la Asamblea Legislativa. Los sectores opositores y facciones del propio MAS impulsaron estas acciones, según su versión.
Episodios críticos
Novillo destacó el paro de 36 días en Santa Cruz (2022), los bloqueos en Parotani (2024) y los de octubre-noviembre del mismo año, que paralizaron el aparato productivo. El más reciente, en junio de 2025, dejó policías fallecidos. Aunque reconoció el derecho a protestar, advirtió que «no puede vulnerar el abastecimiento de alimentos o salud».
Responsabilidades y narrativas
El ministro acusó a medios de comunicación y actores políticos de atribuir la crisis económica al gobierno, cuando —según él— fue resultado de «sabotaje dentro y fuera del Parlamento». También defendió la inhabilitación de Evo Morales como candidato, negando que se haya proscrito al movimiento indígena.
Estabilidad pese a la tormenta
Novillo resaltó que, pese a los bloqueos, el modelo económico mantuvo la estabilidad y priorizó la industrialización. Bolivia enfrentó desde 2022 intentos de desestabilización, con el paro cruceño como punto álgido. El ministro vinculó estos hechos a intereses de derecha y divisiones internas en el oficialismo.
Un llamado a mirar hacia adelante
La declaración concluyó instando a reflexionar sobre unidad nacional y democracia, en vísperas de los comicios. Novillo enfatizó que la defensa de los recursos naturales sigue siendo clave para el desarrollo soberano, sin mencionar propuestas concretas post-elecciones.