Bosch recurre a mediación para salvar su planta en Hildesheim
La empresa alemana podría eliminar 750 puestos de trabajo en su fábrica de componentes para coches eléctricos. Las negociaciones con los trabajadores fracasaron y ahora se someterán a un proceso de mediación con la IG METALL y la patronal.
«Sin acuerdo, pero sin rendirse»
Bosch anunció que recurrirá a una mediación externa tras no alcanzar un consenso con los representantes de los empleados. «Nuestro objetivo sigue siendo hacer competitiva la planta de Hildesheim», declaró un portavoz. La IG METALL criticó que la empresa «no presentó alternativas claras» para garantizar el futuro del centro.
El impacto en los trabajadores
La compañía planea recortar el 50% de los 1.500 empleos antes de 2026, incluidos 600 en los próximos meses. Los sindicatos temen que, sin un acuerdo, la fábrica cierre definitivamente. Actualmente, el centro produce piezas para vehículos eléctricos, pero su estructura de costes lo hace «inviable», según Bosch.
Un pulso con fecha límite
Las primeras negociaciones se rompieron en mayo, y aunque se retomaron en julio, no hubo avances. La IG METALL, que ahora participará en la mediación junto a NIEDERSACHSENMETALL (asociación patronal), calificó la situación como «compleja y decepcionante» para los empleados.
La crisis que no cesa
La industria automotriz alemana enfrenta una reconversión acelerada hacia la electrificación, con cierres y reestructuraciones. Bosch anunció los recortes en noviembre de 2024 por la caída de pedidos, pero hasta ahora no ha logrado un plan viable para Hildesheim.
Mediar o despedir
El futuro de la planta depende ahora de la mediación, que podría evitar el cierre total o acelerar los despidos. La IG METALL se prepara para un proceso largo, mientras los trabajadores esperan una solución que mantenga sus empleos.