Peruanos protestan contra Boluarte por aumento de crimen organizado

Manifestantes exigen medidas urgentes contra extorsiones y sicariato en Perú, mientras la desaprobación presidencial alcanza el 93%.
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Personas enfrentándose a policías con cascos y escudos en una manifestación.
Una mujer en un sombrero oscuro se enfrenta a un grupo de policías con escudos en una calle.

Peruanos protestan contra Boluarte por aumento de crimen organizado

Centenares de manifestantes exigieron medidas urgentes contra extorsiones y sicariato. Las marchas ocurrieron este viernes en Lima, lideradas por artistas y docentes, en un contexto donde la desaprobación presidencial alcanza el 93%.

«No queremos morir»: el grito unánime contra la inseguridad

Dos protestas paralelas convergieron en Lima. Artistas vestidos de blanco, en homenaje al cantante Paul Flores (asesinado el 16 de marzo), marcharon hacia el Ministerio del Interior. «Pedimos acciones inmediatas contra extorsión y sicariato», señalaron en un comunicado. Paralelamente, docentes, estudiantes y opositores se movilizaron hacia el Congreso con carteles como «Nos están matando».

Impacto en la vida cotidiana

Rosa Vargas, ama de casa de 47 años, resumió el temor ciudadano: «No sé si voy a llegar a mi casa». La Asociación Nacional de Colegios Privados reportó que 400 escuelas sufrieron extorsiones, forzando algunas a adoptar clases virtuales. Mileidi Abanto, ingeniera de 27 años, criticó: «El gobierno no tiene herramientas para enfrentar la inseguridad».

Medidas insuficientes en un país en crisis

El gobierno de Boluarte decretó estado de emergencia en Lima el 18 de marzo, desplegando militares. Sin embargo, la medida no ha calmado el descontento. Algunos manifestantes evocaron al presidente salvadoreño Nayib Bukele con carteles que pedían «mano dura».

Un mandato bajo presión extrema

Perú enfrenta una ola de crimen vinculado a pandillas y sicariato, agravada por la impopularidad de Boluarte, cuyo rechazo ronda el 93%. El asesinato de Flores exacerbó la indignación, simbolizando la vulnerabilidad de los ciudadanos.

La calle sigue esperando respuestas

Las protestas reflejan la demanda ciudadana de políticas efectivas contra el crimen organizado. La presión social persiste pese al despliegue militar, marcando un desafío crítico para el gobierno.