Robo de rejillas y desniveles ponen en riesgo a peatones y conductores en Santa Cruz
Sumideros abiertos y calles dañadas afectan el centro cruceño. Vecinos usan ramas para señalizar huecos, mientras la Alcaldía anuncia un plan de Bs 15 millones para renovar 3,5 km de vías. La situación empeora en época de lluvias, con vehículos atascados en alcantarillas.
«Ramas y palos: la señalización improvisada de un problema crónico»
Calles como Oruro, Cochabamba y Republiquetas tienen sumideros sin protección debido al robo constante de rejillas metálicas. Peatones y conductores enfrentan riesgos, especialmente en temporada de lluvias, cuando los huecos se ocultan bajo el agua. «Es común ver vehículos atascados», describe el reporte.
Transporte público en calles «traqueteadas»
Las vías más afectadas son las rutas de buses, como Seoane, Santa Bárbara y España, con hundimientos que generan baches constantes. Los desniveles en el enlosetado obligan a maniobras peligrosas, según testimonios de vecinos.
«Proyectos en papel vs. urgencia en las calles»
La Secretaría de Obras Públicas municipal, dirigida por Edwin Antúnez, asegura que ya tiene un plan piloto para renovar losetas, aceras e iluminación en 3,5 km alrededor de la plaza principal. El presupuesto es de Bs 15 millones, pero advierte: «El centro tiene 50 km de vías; se atenderá parte por parte».
Rejillas de hormigón: ¿la solución?
Ante el robo de alcantarillas, la Alcaldía prueba rejillas de hormigón, idea propuesta por jóvenes. Ya hay 15 unidades listas para instalarse en un plan piloto. Paralelamente, el Programa de Resiliencia Urbana, financiado por el Banco Mundial, promete mejoras en la zona.
Un centro que se cae a pedazos
El texto describe un centro histórico con múltiples problemas: cables colgantes, casonas abandonadas e inseguridad. La Alcaldía insiste en que la loseta «cumplió su ciclo» y requiere una intervención integral, aunque los vecinos exigen soluciones inmediatas.
¿Mejorará el panorama?
La eficacia de los proyectos dependerá de su ejecución en un área extensa y crítica. Mientras, peatones y conductores siguen sorteando peligros con señalizaciones improvisadas. La llegada de las lluvias agravará la situación si no se actúa con rapidez.