Ruth Nina pide disculpas por amenazas pero es enviada a prisión preventiva
La líder del extinto PAN-BOL enfrenta tres meses de detención en Cochabamba. Durante su audiencia, se retractó de sus polémicas declaraciones electorales, aunque luego afirmó que era «un honor» ingresar a la cárcel. El Ministerio Público la acusa de instigación a delinquir y obstrucción electoral.
«Disculpas desde el fondo de mi corazón»
Ruth Nina aseguró que sus palabras fueron malinterpretadas: «Nunca fue mi intención amenazar o amedrentar». La juez de Shinahota ordenó su ingreso al penal de San Sebastián, donde la sindicada cambió de tono: «Es un honor estar aquí defendiendo al pueblo y a las mujeres».
Los cargos en su contra
El Ministerio Público la imputó por instigación pública a delinquir, amenazas y obstrucción al proceso electoral. Nina prometió no repetir declaraciones controvertidas: «Cuidaré mi retórica como dirigente», aunque mantuvo su postura crítica frente a las autoridades.
De las disculpas al desafío
La audiencia mostró dos facetas de la líder: inicialmente conciliadora, pidió perdón «a la población y a la juez», pero al ser trasladada, asumió un discurso de resistencia. Sus declaraciones previas sobre «contar muertos en vez de votos» generaron alarma durante la campaña electoral.
Un partido extinguido, una líder en prisión
PAN-BOL, fundado en 2021 como alternativa conservadora, perdió su registro legal en 2024 por no alcanzar el mínimo de votos. Nina, su última figura visible, enfrenta ahora cargos penales que podrían marcar el final definitivo del movimiento.
¿Giro estratégico o consecuencia inevitable?
El caso refleja la tensión entre libertad de expresión y responsabilidad política. Mientras Nina insiste en su inocencia, la justicia busca evitar riesgos durante el proceso electoral. Su detención preventiva durará hasta octubre, plazo clave para definir su situación legal.