Bolivia escala al segundo puesto mundial en focos de calor
Santa Cruz triplica sus puntos calientes en 72 horas, pasando de 1.930 a 5.178. El país registró 4.358 focos este jueves, según Greenpeace, superado solo por Canadá. El 90% se concentra en áreas boscosas y agrícolas cruceñas, pese a la prohibición de quemas.
«Alerta amarilla en temporada crítica»
La Dirección de Recursos Naturales (DIRENA) confirmó que Santa Cruz acumula el 90% de los 42.536 focos detectados en julio. Paulo Viruez, su titular, advirtió que «ingresamos a la fase más crítica de incendios». El Sistema de Alerta Temprana (SATIF) reportó 37 fuegos activos en Santa Cruz y Beni.
Áreas devastadas y sanciones incumplidas
El 75% de los focos (3.284) afectan bosques, incluidas 24 áreas protegidas. La pausa ambiental vigente prohíbe quemas en territorios indígenas, parques nacionales y zonas de amortiguamiento, pero el Tribunal Agroambiental denunció su incumplimiento. Viruez exigió a municipios activar Comités de Emergencia (COE) y sancionar a responsables.
Operativos aéreos y denuncias territoriales
Fuerzas Armadas y la ABT sobrevolaron San Ignacio de Velasco, Roboré y Ascensión de Guarayos, donde se hallaron desmontes y construcciones ilegales. Comunidades chiquitanas denunciaron avasallamientos en Alto Paraguá, mientras la ABT notificó a propietarios por quemas no autorizadas.
Un ranking amargo
Bolivia supera a Australia y Congo en el ranking global de Greenpeace, con Santa Cruz como epicentro. La Chiquitania lidera las afectaciones: San José de Chiquitos, Concepción y Roboré registran quemas en el Valle de Tucabaca, donde 158 focos podrían derivar en incendios forestales.
La pausa que no se respeta
La medida, creada para proteger al jaguar, se amplió a tierras fiscales y áreas protegidas. Pese a ello, junio cerró con 3.904 focos, multiplicándose por 11 en julio. Autoridades atribuyen el aumento a quemas agrícolas ilegales y falta de fiscalización.
El fuego no da tregua
La crisis evidencia la fragilidad de los controles ambientales en un departamento clave para la agroindustria. Con 37 incendios activos y temporada seca en curso, la capacidad de respuesta local y nacional será determinante para evitar una catástrofe ecológica.