La mancha blanca en la sandía revela su punto de maduración
El color y textura de la piel determinan la calidad de la fruta. Expertos explican cómo elegir sandías jugosas en temporada estival. Claves basadas en su proceso natural de maduración.
«La piel habla: amarillo es sinónimo de dulzura»
La mancha en la parte inferior de la sandía es el principal indicador: tonos amarillentos señalan madurez óptima, mientras que las blancas indican recolección prematura. Pablo Martínez-Juárez, editor científico, destaca que arañar su superficie también ayuda: si la capa externa se desprende fácilmente, la fruta está en su punto.
Peso y temporada, aliados clave
Las sandías más densas y pesadas contienen mayor cantidad de agua (más del 90%), según expertos. El Ministerio de Agricultura español señala que su temporada ideal va de junio a agosto, aunque factores climáticos pueden alterar su maduración. La OCU recomienda consumirlas exclusivamente en esos meses para garantizar calidad.
Frutos que no esperan
A diferencia de plátanos o melocotones, sandías y melones son «no climatéricos»: solo maduran en la planta. Una vez cortadas, no mejoran, lo que convierte la elección en el supermercado en una decisión irreversible.
Un verano más dulce
Conocer estos detalles minimiza el riesgo de llevar a casa una sandía insípida. Aunque ningún método es infalible, combinar las pistas visuales, táctiles y estacionales aumenta las probabilidades de éxito.