Coronel López derrota al ejército realista en la Batalla de Matela
El triunfo del 27 de marzo de 1825 consolidó la independencia de Bolivia. Francisco López de Quiroga lideró a los \»Dragones de la Frontera de Tomina\» en una estrategia de guerrilla que neutralizó a las tropas del coronel Valdés. Este hecho histórico aseguró la libertad de Charcas/Alto Perú.
\»La emboscada que selló la libertad\»
Tras semanas de persecución, López de Quiroga atrajo a las tropas realistas hacia las quebradas de Matela, donde los emboscó al amanecer del 27 de marzo. Con apoyo de guerrilleros locales, diezmó a los 1.000 efectivos de Valdés, capturando prisioneros y armamento. \»El enemigo huyó despavorido\», según el parte oficial enviado al Gran Mariscal Sucre.
Estrategia clave
Los insurgentes usaron su conocimiento del terreno para fatigar al enemigo en un recorrido de 100 leguas, desde Chuquisaca hasta Sopachuy. La victoria impidió que Valdés se uniera al general Olañeta en Potosí, fracturando así la resistencia realista.
El último episodio de una guerra de 15 años
La batalla ocurrió tras la proclamación independentista del 22 de febrero de 1825 en Chuquisaca. Las \»republiquetas\» (grupos insurgentes) como la de Tomina, liderada inicialmente por Padilla y Azurduy, habían mantenido viva la lucha desde 1810 con tácticas de guerrilla.
Un legado que perdura
El triunfo en Matela, sumado a la muerte de Olañeta en Tumusla (2 de abril), permitió la convocatoria a la Asamblea Deliberante que fundaría Bolivia. López de Quiroga, posteriormente nombrado \»Libertador del Libertador\» por rescatar a Sucre en 1828, es reconocido como uno de los padres fundadores de la patria.