China suministra drones 100% chinos a Rusia para la guerra en Ucrania
Ucrania descubre el primer dron ruso fabricado íntegramente con tecnología china. La Dirección de Inteligencia de la Defensa de Ucrania (GUR) reveló que estos drones señuelo, con carga explosiva, evidencian una colaboración encubierta que elude sanciones internacionales. Componentes clave provienen de CUAV Technology Co., una empresa china que prohibió ventas militares en 2022.
«Un ejército made in China para el Kremlin»
El GUR confirmó que todos los componentes del dron son de origen chino, incluyendo controladores de vuelo, sensores y módulos de navegación. «Es la primera vez que un sistema aéreo ruso en Ucrania se construye completamente con tecnología de un solo país», destacó la inteligencia ucraniana. El modelo, similar al Shahed-136 iraní, puede llevar hasta 15 kg de explosivos.
La paradoja de CUAV Technology
La empresa china CUAV, que en 2022 anunció restricciones para evitar el uso militar de sus productos, provee casi la mitad de las piezas del dron. Rusia ya había adaptado antes sus drones comerciales, pero ahora fabrica versiones propias basadas en su tecnología.
IA y fibra óptica: la ventaja táctica
China también aporta inteligencia artificial y drones de fibra óptica con alcance de 50 km, inmunes a interferencias. Un dron ruso V2U emplea algoritmos de IA con hardware chino (Leetop A203) y occidental (NVIDIA Jetson Orin).
Guerra de componentes globales
El GUR ha identificado armamento ruso con piezas de EE.UU., Irán, Taiwán y otros países. Un láser chino para derribar drones ucranianos, idéntico al vendido a Irán, refuerza la colaboración entre Pekín y Moscú.
El doble juego de Pekín
China afirma neutralidad, pero filtraciones a CNN revelaron que su ministro de Exteriores, Wang Yi, admitió en privado que «no puede aceptar una derrota rusa». Su estrategia busca debilitar a Occidente sin enfrentar sanciones directas.
Un conflicto redefinido por la tecnología
Mientras Corea del Norte envía armamento convencional, China moldea la guerra con microelectrónica y IA. Este flujo tecnológico podría intensificarse, consolidando a Rusia como potencia bélica a largo plazo pese a las sanciones.