Conflictos familiares hostiles afectan la salud mental y física de los niños
La exposición prolongada a tensiones familiares aumenta el riesgo de trastornos psicológicos en menores. Según un análisis publicado el 24 de marzo, las discusiones agresivas generan consecuencias a corto y largo plazo. Expertos recomiendan evitar triangulaciones y modelar resoluciones saludables.
\»El impacto invisible en la infancia\»
Los conflictos familiares intensos o crónicos elevan un 40% la probabilidad de desarrollar trastornos mentales, según estudios citados. La psicóloga Fiona Yassin destaca que \»la angustia psicológica se manifiesta en síntomas físicos como cefaleas o insomnio\». Adolescentes expuestos a estas dinámicas tienen mayor predisposición a trastornos alimentarios y de personalidad.
Consecuencias educativas y relacionales
La tensión en el hogar reduce la capacidad de concentración y rendimiento académico. Un fenómeno preocupante es la triangulación, donde los niños son involucrados en disputas adultas, generando baja autoestima y conflictos de lealtad.
Antecedentes
Investigaciones en psicología infantil establecen desde 2015 que los entornos familiares disfuncionales son predictores de ansiedad y depresión en la adultez. La OMS incluye la violencia intrafamiliar (física o emocional) como factor de riesgo en su Clasificación Internacional de Enfermedades.
Cierre
Expertos enfatizan la necesidad de diferenciar conflictos puntuales de violencia sistémica. Para casos graves, clínicas especializadas como The Wave Clinic ofrecen programas de intervención multidisciplinar centrados en adolescentes.