Moneda militar revela el regreso de bombas nucleares a Europa
Una moneda conmemorativa de la Fuerza Aérea de EEUU confirma el despliegue de bombas B61-12 en la base británica de Lakenheath. El hallazgo evidencia la modernización de la disuasión nuclear occidental ante la tensión con Rusia. La OTAN ha invertido en infraestructura para almacenamiento seguro.
«Un símbolo que habla más alto que las palabras»
La moneda del 493rd Fighter Generation Squadron, unidad reactivada en 2023, muestra una bomba nuclear B61 y un hongo atómico. «Es la señal más clara del retorno de armas nucleares a Europa tras casi 20 años», afirma Tony Osborne, editor de Aviation Week. El diseño coincide con el despliegue de cazas F-35A, capaces de portar la versión moderna B61-12.
Pistas operativas
Un vuelo del C-17A RCH4574, detectado el 18 de julio, partió de la base nuclear de Kirtland (EEUU) hacia Lakenheath. Esta aeronave es la única certificada para transportar armas nucleares rutinariamente. Además, 28 de los 33 refugios de la base han sido modernizados con bóvedas WS3 para almacenamiento seguro, financiadas por la OTAN.
Reajuste estratégico
Lakenheath se perfila como nodo clave para la disuasión nuclear táctica, complementando bases en Bélgica, Alemania e Italia. El Reino Unido, aunque fuera del programa de reparto nuclear de la OTAN, podría operar las B61-12 mediante acuerdos bilaterales con EEUU. «La precisión de la B61-12 y el sigilo del F-35A cambian la ecuación de poder», destaca el texto.
De la Guerra Fría al siglo XXI
Durante la Guerra Fría, Europa albergó miles de armas nucleares estadounidenses. Tras su retirada progresiva, unas 100 bombas B61 permanecieron en el continente. La posible llegada a Lakenheath responde a la creciente tensión con Rusia y debates sobre la autonomía nuclear europea, impulsados durante la era Trump.
Disuasión con nuevo rostro
El despliegue en Lakenheath refuerza el compromiso de EEUU con la OTAN, pero no resuelve las dudas sobre su sostenibilidad. La B61-12 y los F-35A representan la evolución técnica de la disuasión, combinando precisión y sigilo. La moneda, más que un objeto ceremonial, es un mensaje en un escenario geopolítico volátil.