Expertos identifican cinco factores que alejan inversión extranjera de Bolivia
La inversión extranjera en 2023 fue de solo 240 millones de dólares, según datos de la CEPAL. Economistas atribuyen el declive a problemas estructurales como inseguridad jurídica y conflictos sociales. El informe compara cifras inferiores a las de años anteriores.
«Bolivia, un riesgo para los inversionistas»
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, señaló que la combinación de «crisis de balanza de pagos, posible *default* y problemas de gobernabilidad» desincentiva la llegada de capitales. El análisis coincide con el informe de la CEPAL, que ubica al país entre los menos atractivos de la región.
Los cinco obstáculos clave
Los expertos destacan: 1) Inseguridad jurídica, 2) Conflictos político-sociales, 3) Bajas calificaciones crediticias, 4) Restricciones a exportaciones y 5) Ingobernabilidad. Romero enfatizó que «cualquier inversionista evaluará estos riesgos antes de decidir».
Una tendencia en picada
La CEPAL revela que la inversión extranjera directa (IED) en Bolivia muestra volatilidad: 584 millones de dólares en 2021, 6 millones en 2022 y 240 millones en 2023. La cifra actual sigue muy por debajo del promedio regional.
Sin brújula económica
El contexto refleja una economía con advertencias de *default* y dependencia de factores externos. La CEPAL ya había alertado en informes previos sobre la falta de políticas claras para atraer capitales, agravada por la inestabilidad interna.
¿Oportunidades perdidas?
La baja IED limita la generación de empleo y modernización de sectores productivos. Los economistas insisten en que sin reformas estructurales, Bolivia seguirá relegada en el flujo de inversiones globales.