Gobernadores demócratas enfrentan tensiones con sindicatos clave
Newsom, Walz y Polis lidian con conflictos laborales que debilitan su base electoral. Las disputas surgen por políticas de retorno a oficinas, recortes de beneficios y colaboración con ICE. Analistas advierten riesgos para sus aspiraciones presidenciales en 2028.
«No basta con desfiles del Día del Trabajo»
Tres gobernadores demócratas considerados favoritos para 2028 enfrentan crecientes tensiones con sindicatos públicos. En Minnesota, Tim Walz negocia eliminar permisos parentales pagados. En California, Gavin Newsom ordenó el retorno a oficinas el 1 de julio, pese a protestas. En Colorado, Jared Polis es demandado por “obligar a empleados a violar leyes estatales” al compartir datos con ICE.
Repercusión en la base electoral
Brian Melendez, exdirigente demócrata en Minnesota, alerta: “Los demócratas no ganarán sin apoyo sindical activo”. Megan Dayton, presidenta de MAPE, critica que los gobernadores traten a los trabajadores como “un centro de costes, no socios”. Mientras, el Sindicato de Ingenieros de California denuncia que el déficit de $12.000 millones limita acuerdos favorables.
Un legado laboral en riesgo
Walz, histórico aliado sindical, impulsó licencias por enfermedad pagadas en Minnesota, pero ahora propone recortes. Newsom, aunque promulgó leyes proobreras, defendió su orden de retorno a oficinas: “El trabajo presencial mejora la colaboración”. Polis firmó una ley que prohíbe compartir datos migratorios, pero su administración enfrenta una demanda por exigirlo.
Entre déficits y demandas
En California, los sindicatos lograron exenciones al retorno obligatorio tras demandar. En Colorado, un juez bloqueó temporalmente la cooperación con ICE. Hilary Glasgow, de Colorado WINS, acusa a Polis: “¿Está con los ricos o con nosotros?”. Mientras, asesores como Jon Cowan ven en estas disputas una oportunidad para que los gobernadores muestren “valentía política” de cara a 2028.
Un partido en busca de rumbo
La coalición demócrata sigue fragmentada tras la popularidad de Trump entre votantes obreros. Sindicatos como Teamsters no respaldaron candidatos en 2024, rompiendo su tradición. La temporada de ajustes presupuestarios agravó las tensiones, según analistas, en un contexto donde los trabajadores exigen más que ser “el mal menor” frente al GOP.
El desafío de mantener el equilibrio
Los conflictos revelan la difícil balanza entre gestión económica y lealtad sindical. Mientras Newsom y Walz intentan recortar gastos, Polis navega entre leyes estatales y políticas federales. Su capacidad para resolver estas crisis definirá no solo sus mandatos, sino su futuro en unas primarias donde el voto obrero será decisivo.