Merz reúne empresarios alemanes con inversión de 300.000 millones

El canciller alemán Friedrich Merz logra compromisos de inversión por 300.000 millones de euros en el marco de la iniciativa 'Made for Germany', buscando reactivar la confianza empresarial.
DIE ZEIT

Kanzler Merz reúne a empresarios alemanes con promesas de inversión de 300.000 millones

Los líderes económicos alemanes comprometen 300.000 millones de euros en el marco de la iniciativa «Made for Germany». El canciller Friedrich Merz busca reactivar la confianza empresarial ante el débil crecimiento y problemas laborales. El encuentro tuvo lugar el 21 de julio de 2025 en la Cancillería alemana.

«La economía es psicología»: el enfoque de Merz

El canciller alemán mide su éxito por la «mejora del ánimo social», priorizando la percepción sobre indicadores económicos duros. «Hasta el verano mejoraré el humor del país», prometió al asumir, repitiendo el mensaje en cada discurso. La iniciativa busca revertir la desconfianza empresarial con reformas concretas, aunque sin detallar plazos.

Inversiones condicionadas

Las empresas asistentes al encuentro vinculan los 300.000 millones a cambios regulatorios y estabilidad política. Merz insiste en que evitará «incumplimientos» que dañen la credibilidad gubernamental. Sin embargo, analistas cuestionan si el capital logrará un impacto sostenible en medio del bajo crecimiento actual.

Entre promesas y números rojos

Alemania enfrenta un crecimiento débil y tensiones en el mercado laboral, pese al optimismo oficial. La estrategia de Merz contrasta con datos como la caída de exportaciones o el PIB estancado. «Made for Germany» apuesta a reconstruir confianza, pero sin garantías de que las inversiones se materialicen plenamente.

Un giro hacia lo intangible

El gobierno alemán prioriza la percepción de recuperación sobre métricas tradicionales, marcando un cambio tras años de crisis. La última cumbre empresarial de este nivel ocurrió en 2020, durante la pandemia, con resultados mixtos.

La prueba será el largo plazo

El éxito de la iniciativa dependerá de que las reformas prometidas se implementen sin demoras. Los 300.000 millones representan un voto de confianza condicional, sujeto a que el gobierno cumpla con las demandas del sector privado.