Vecino chino construye casa de 11 pisos para resistir demolición
Chen Tianming desafía al gobierno con una estructura ilegal en Guizhou. Desde 2018, resiste el desalojo forzoso para un resort turístico. Su vivienda vertical, hecha con materiales reciclados, se ha convertido en símbolo de resistencia.
«Una torre como trinchera»
Chen, de 43 años, abandonó su trabajo como mensajero en Hangzhou cuando las excavadoras llegaron a su aldea natal. «Cada piso es una conquista contra el desarraigo», explica. La estructura combina dormitorios, salas de té y espacios colgantes con poleas y maderas viejas. «No es una casa, es un manifiesto», afirma.
La batalla legal
El gobierno de Xingyi declaró ilegal la construcción y envió notificaciones de desalojo. Chen ha gastado 4.000 dólares en abogados, mientras el proyecto del resort está paralizado por falta de fondos. Las autoridades colocaron un cartel advirtiendo del «peligro estructural», pero vecinos admiran su tenacidad.
Materiales y obsesión
Con 20.000 dólares en materiales reciclados, Chen añade pisos como «retos personales». Usa baldes de agua como contrapesos y escaleras sin barandillas. «Sin mantenimiento, colapsaría en dos años», reconoce, pero insiste: «Mientras yo esté en pie, la casa también».
Raíces en la hierba alta
Guizhou es conocida por megaproyectos como puentes récord, pero también por desarrollos abandonados. La familia Chen rechazó una compensación «irrisoria» y prefirió el aislamiento. Sus padres apoyan la decisión, aunque vecinos los acusan de «egoísmo».
Una torre que mira al futuro
La casa simboliza la resistencia ante la modernización forzada en China. Aunque efímera, su historia inspira a quienes ven en ella una defensa de la identidad. El gobierno no ha vuelto a intentar su demolición… por ahora.