Restricciones a diésel con etiqueta B son mínimas en España

Solo Segovia aplica limitaciones duras a vehículos con etiqueta B. La mayoría de ciudades permite su circulación si se estaciona en parking, con normativas locales variables.
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Restricciones a diésel con pegatina B son mínimas en España

Solo Segovia aplica limitaciones duras a vehículos con etiqueta B. La mayoría de ciudades permite su circulación si se estaciona en parking. Normativas locales varían, pero prohibiciones generalizadas no existen actualmente.

«Mucho ruido y pocas restricciones reales»

La Dirección General de Tráfico (DGT) define los vehículos con pegatina B como diésel Euro 4/5 (matriculados entre 2006-2014) y gasolina Euro 3 (2000-2006). Aunque algunos modelos anteriores cumplen la normativa, la clasificación por años ha generado polémica. «Los diésel con etiqueta B enfrentan limitaciones pese a ser más modernos que los gasolina con la misma pegatina», señala el texto.

Zonas de Bajas Emisiones (ZBE): aplicación dispar

Desde 2023, ciudades españolas con más de 50.000 habitantes debían implementar ZBE, pero la normativa no especificaba restricciones concretas. Esto ha derivado en situaciones como la de Ciudad Real, donde planean una ZBE que permita el acceso a todos los vehículos, incluso sin etiqueta. Actualmente, solo Segovia, Madrid y Barcelona tienen restricciones activas para la pegatina B, pero con excepciones:

  • Madrid: Coches con etiqueta B pueden circular, pero deben estacionar en parking dentro de la ZBEDEP Distrito Centro.
  • Barcelona: No hay restricciones actuales, pero la Generalitat prevé limitar su circulación en escenarios de alta contaminación a partir de 2026.

Casos destacados: restricciones limitadas

Otras ciudades aplican normas similares en áreas reducidas:

  • Bilbao (2 km²): Desde junio 2025, vehículos B deben aparcar en parking hasta 2030.
  • San Sebastián (1,2 km²): Prohibirá el acceso a diésel B en 2028, sin excepciones de parking.

De la teoría a la práctica: un mapa desigual

La falta de homogenización en las ZBE ha llevado a que muchas ciudades opten por áreas mínimas. Salamanca, por ejemplo, restringe el acceso a vehículos B en solo 0,37 km² del casco histórico. «Las prohibiciones anunciadas no se materializan en restricciones generalizadas», concluye el análisis.

Un futuro con más trabas… pero no inmediato

Cataluña planea restringir los diésel B en 2026 y Madrid en 2028, cuando estos vehículos superen los 14 años de antigüedad. Sin embargo, la aplicación real dependerá de cada municipio, con normas que, por ahora, afectan a zonas muy concretas.