Trump pierde control mediático sobre caso Epstein
Aliados conservadores cuestionan al presidente por ocultar archivos. La polémica resurge tras revelaciones del Wall Street Journal sobre su relación con el fallecido Jeffrey Epstein. Trump niega los vínculos mientras su base se divide.
«El talón de Aquiles de un maestro de narrativas»
Donald Trump enfrenta una inusual rebelión en medios afines tras negarse a desclasificar documentos sobre Epstein. «Es raro ver a sus aliados ignorar su guion», señala el analista Michael Kruse. El giro ocurrió cuando el Wall Street Journal publicó detalles de supuestos encuentros entre ambos, lo que reactivó el apoyo de la base MAGA contra «medios elitistas».
Fractura en la maquinaria de propaganda
Podcasters y comentaristas conservadores rompieron filas al priorizar el escándalo sobre la lealtad. Según Kruse, esto refleja la «captura de audiencia»: el interés por Epstein superó incluso la fidelidad a Trump. El presidente contraatacó amenazando con demandar a Rupert Murdoch, dueño del Wall Street Journal.
Lecciones del pasado
La última vez que Trump perdió el control narrativo fue durante la pandemia en 2020, recuerda el experto. Entonces, su incapacidad para manejar la crisis contribuyó a su derrota electoral. Ahora, el riesgo es que el caso Epstein lo muestre como parte de la élite que dice combatir.
De amigo a enemigo: la danza con los medios
Trump ha alternado alianzas con The New York Times, Fox News y redes sociales según su conveniencia. «Nada es permanente: él sobrevive adaptándose», explica Kruse. La lealtad de la base MAGA sigue siendo clave, pero su reacción ante este escándalo prueba que no es incondicional.
Un movimiento en aguas revueltas
El caso Epstein tensiona la relación entre Trump y su electorado, acostumbrado a verlo como víctima de conspiraciones. La cobertura del Wall Street Journal reavivó el discurso de «fake news», pero también expuso fisuras en su narrativa de outsider.
El tiburón sigue nadando
Pese a la crisis, los analistas prevén que Trump buscará retomar el control con nuevas tácticas. Su historial muestra que reinventa su imagen tras cada fracaso mediático, aunque el costo político dependerá de cuánto dure la sombra de Epstein.