Restricciones a coches diésel con pegatina B en España son mínimas
Solo Segovia aplica prohibiciones duras. La mayoría de ciudades permite el acceso a estos vehículos si se estaciona en parking. Normativas locales diluyen el impacto real de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
«Prohibiciones anunciadas, pero no implementadas»
Desde 2023, las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes debían establecer ZBE, pero la falta de directrices claras ha llevado a medidas laxas. Solo Segovia, Madrid y Barcelona tienen restricciones activas para coches con etiqueta B (diésel Euro 4/5 o gasolina Euro 3). En Madrid, estos vehículos pueden circular pero deben aparcar en zonas autorizadas. Barcelona permitirá su acceso hasta 2026, salvo en episodios de alta contaminación.
Excepciones y paradojas
Ciudades como Ciudad Real planean ZBE donde incluso coches sin etiqueta podrán circular. Otras, como Salamanca, limitan las restricciones a áreas mínimas (0,37 km²) y horarios específicos. «El runrún mediático exagera la realidad», señala el análisis, ya que solo San Sebastián prohibirá totalmente el acceso a vehículos B a partir de 2028.
Un contexto de descoordinación
La DGT clasificó los vehículos por año de matriculación (2000-2006 para gasolina y 2006-2014 para diésel), generando críticas por discriminar modelos que cumplen normativas de emisiones. La ausencia de sanciones por incumplir la ley de ZBE ha llevado a muchos municipios a retrasar o suavizar las medidas.
Menos restricciones de las esperadas
El impacto real de las ZBE en coches diésel con pegatina B es limitado. La mayoría de ciudades prioriza flexibilidades, como aparcamientos autorizados, y solo aplicará prohibiciones totales a partir de 2026-2028, cuando estos vehículos superen los 14 años de antigüedad.