Población carcelaria se duplica en Bolivia en cinco años
33.200 personas están privadas de libertad, según el Régimen Penitenciario. Para reducir el hacinamiento, impulsan la Ley «tres por uno», tobilleras electrónicas y un nuevo indulto. La situación crítica se evidencia en centros como San Pablo de Quillacollo, donde conviven hasta 40 personas en celdas de 4m².
«El hacinamiento nos ha ganado»
Juan Carlos Limpias, director del Régimen Penitenciario, confirmó que la población carcelaria pasó de 17.500 a 33.200 en cinco años. «Hay un uso discrecional de la detención preventiva», señaló, citando informes de la CIDH. En el penal de Quillacollo, los internos duermen en condiciones extremas: «Necesitamos un espacio para descansar», declaró un delegado de los reclusos.
Medidas urgentes
La Ley «tres por uno» permitiría reducir penas mediante estudio o trabajo. Limpias enfatizó que «la redención se gana a esfuerzo propio». Paralelamente, gestionan un nuevo indulto presidencial y exigen a la ALP aprobar el proyecto de tobilleras electrónicas, estancado desde 2021: «Cambiaríamos cárcel por casa», afirmó.
Un sistema al límite
Raquel Rea, directora penitenciaria en Cochabamba, detalló que San Pablo alberga el doble de su capacidad. Mientras, los internos desarrollan talleres de carpintería o bisutería para reinserción. El 70% de los reclusos está en detención preventiva, según datos del exministro Lima.
De 17 mil a 33 mil: una crisis anunciada
El crecimiento descontrolado de la población carcelaria se agravó en tres años y medio. La CIDH ya había alertado sobre el hacinamiento en 2021, vinculado a la aplicación masiva de prisiones preventivas. Proyectos como las tobilleras electrónicas llevan años sin avanzar en la ALP.
La reinserción, pendiente del marco legal
La eficacia de las medidas dependerá de su implementación coordinada con el Órgano Judicial. Mientras, los reclusos piden agilidad en beneficios como libertad condicional. El nuevo indulto y la ley de redención de penas buscan descongestionar los centros, pero enfrentan retos políticos y logísticos.