Vecinos de Madrid sufren cortes y atascos por el soterramiento de la A-5
80.000 vehículos diarios se ven afectados por las obras que durarán al menos 25 meses. Los municipios aledaños reportan interrupciones en servicios básicos y congestión vial desde mayo de 2025.
«Sin luz, agua ni Internet: el precio temporal del progreso»
Los barrios de Aluche y Batán han soportado cortes recurrentes en suministros por daños en cables y tuberías durante las obras. El 12 de mayo, 4.600 hogares se quedaron sin electricidad; una semana después, falló el agua, y en julio, la fibra óptica dejó sin conexión a parte de Pozuelo.
El colapso vial
La reducción de carriles de cuatro a dos ha generado «atascos diarios», desviando el tráfico a calles adyacentes. Los vecinos exigen habilitar los terrenos militares de Cuatro Vientos como aparcamientos disuasorios para aliviar la presión.
Repercusión metropolitana
Municipios como Alcorcón o Móstoles sufren el impacto. La ampliación de 700 metros del tramo en obras –hasta la M-40– ha extendido las molestias, pese a las promesas iniciales de limitar la intervención.
De la A-5 a Madrid Río: el precedente
El soterramiento de la M-30 (2004-2007) transformó la zona en el parque Madrid Río, con 120 hectáreas verdes y una revalorización de 500€/m². El Ayuntamiento proyecta un resultado similar, aunque los beneficios directos para los municipios periféricos serán limitados.
Un futuro verde entre escombros
Las obras, previstas hasta 2027, prometen mejorar la calidad de vida a largo plazo. Mientras, los vecinos enfrentan un desgaste cotidiano por cortes y congestión, con soluciones parciales como el reparto de agua embotellada durante las averías.