Ratas dañan cables de coche y activan alertas en el salpicadero
Un conductor descubre que roedores mordisquearon los cables de su Seat Ibiza. El incidente ocurrió en un garaje privado en España. La reparación costó 120 euros, mucho menos que el cambio completo del sistema ABS que se temía inicialmente.
«De un susto económico a un problema con colmillos»
Antonio Vallejo, colaborador de Xataka, relata cómo las luces de advertencia del ABS y del motor se encendieron en su vehículo. Al llevarlo al taller, el mecánico diagnosticó primero un fallo grave en el sistema de frenos, pero «la verdadera causa eran cables roídos por ratas».
El diagnóstico erróneo y el alivio
El presupuesto inicial para cambiar el ABS completo rondaba cifras cercanas al valor del coche (un Seat Ibiza TDI 1.9 del 2005). Sin embargo, al descubrir los cables dañados, la reparación se redujo a 120 euros. «Un alivio considerable», afirma Vallejo.
¿Por qué roen los cables?
Los roedores necesitan desgastar sus dientes, que no dejan de crecer. «Para una rata, roer cables es su día a día», explica el artículo. El garaje, con un agujero cercano al coche, facilitó el acceso.
Un garaje con huéspedes indeseados
El problema persiste en el garaje comunitario donde aparca el vehículo. Ya se había avistado una rata cerca del agujero. El taller recomendó medidas preventivas como espray repelente o bolas de alcanfor, pero «la solución definitiva es tapar el acceso».
Cuando el taller no es (solo) la solución
El incidente evidencia que el origen del problema no estaba en el coche, sino en su entorno. El seguro cubrirá los gastos, pero la comunidad debe actuar para evitar nuevos daños. Mientras, el conductor usa repelentes temporales.
Un cableado bajo amenaza
Este caso no es aislado: los talleres alertan de que los roedores son una causa frecuente de averías eléctricas, especialmente en vehículos estacionados durante largos periodos. La ubicación del garaje y su mantenimiento son clave.
Reparado el coche, pendiente el garaje
El conductor resolvió el daño en su vehículo, pero la convivencia con roedores sigue siendo un riesgo. La comunidad deberá tomar medidas estructurales para evitar que el problema se repita en otros coches aparcados en la zona.