Encuestas electorales en Bolivia muestran empate técnico entre oposición y masismo
La derecha suma 44% de intención de voto frente al 17% de la izquierda fragmentada. Las elecciones del 2025 podrían definirse en segunda vuelta según Unitel. Un 30% del electorado permanece indeciso o anularía su voto.
«Dos bloques en pugna con escenarios de balotaje»
El bloque opositor lidera con Samuel Doria Medina (UN) y Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre) empatados al 18%, seguidos por Manfred Reyes Villa (8%). En la izquierda, Andrónico Rodríguez (MTS) encabeza con 14%, mientras el MAS y MORENA no superan el 3% combinado. Ningún candidato alcanzaría el 40% necesario para evitar segunda vuelta.
Posibles alianzas decisivas
Si la derecha mantiene su ventaja, Doria Medina y Quiroga disputarían el balotaje. Pero si el masismo logra unificar apoyos –con Rodríguez sumando a Eduardo del Castillo (MAS) y Eva Copa (MORENA)–, podría forzar una segunda vuelta contra la oposición. El 30% de votos indecisos será clave.
Crisis y polarización: el telón de fondo
La campaña transcurre en un clima de «violencia simbólica» y sin debates programáticos sobre la crisis económica. Los candidatos oscilan entre propuestas de privatización (oposición) y la defensa del modelo actual (izquierda), generando incertidumbre en la sociedad civil. Analistas advierten riesgos de polarización política y convulsión social.
Gobernabilidad en juego
El texto señala que el futuro gobierno enfrentará problemas de legitimidad al no contar con apoyo mayoritario inicial. La necesidad de consensos para implementar políticas chocará con la fragmentación política. La maquinaria electoral del MAS y el voto corporativo podrían inclinar la balanza en una eventual segunda vuelta.
Un final abierto y complejo
Las elecciones se definirán por la capacidad de los candidatos para captar votos indecisos y sellar alianzas. La gobernabilidad dependerá de negociaciones postelectorales, en un escenario donde ni la oposición ni el masismo tienen garantizado el triunfo absoluto.