Falta de combustible provoca caos vehicular en Bolivia
YPFB reconoce un déficit de 300 millones de dólares para importar carburante. Las colas en gasolineras generan congestión en Santa Cruz, Cochabamba y otras regiones desde hace semanas. El Gobierno atribuye la crisis a la falta de créditos externos.
«Doble fila y horas de espera para cargar»
Vehículos livianos y camiones forman filas de hasta 24 horas en surtidores de Santa Cruz, como en la doble vía a La Guardia o el sexto anillo. En Cochabamba, transportistas reportan esperas similares en la avenida Blanco Galindo. La situación reduce el tráfico y afecta a sectores productivos, que exigen soluciones inmediatas.
Declaraciones clave
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, admitió que el déficit para importar combustible asciende a 300 millones de dólares. Mientras, el presidente Luis Arce culpó a «créditos externos incumplidos» y criticó a los poderes Legislativo y Judicial por no aprobar financiamiento prometido.
Un problema que no arranca
La escasez de diésel y gasolina se arrastra desde hace meses, con recurrentes protestas de transportistas y empresarios. Bolivia depende de importaciones para cubrir su demanda interna, pero la falta de divisas limita las compras al exterior. En 2025, la crisis se agravó por la caída en reservas internacionales.
El tráfico sigue en punto muerto
Sin soluciones a corto plazo, las colas en gasolineras continuarán afectando la movilidad y la economía. El Gobierno insiste en que requiere créditos urgentes, mientras los usuarios enfrentan pérdidas de tiempo y productividad. La repercusión directa: mayores costos logísticos y desabastecimiento en algunos sectores.