Cochabamba enfrenta quinta semana de colas por combustible

Conductores pasan hasta 12 horas en filas por gasolina o diésel debido a la escasez en estaciones de servicio. Gobierno atribuye el problema a falta de divisas para importar.
unitel.bo
Camión y coches en una calle de noche.
Un camión grande se encuentra detenido en un paso de cebra, acompañado por varios vehículos en una calle iluminada por farolas.

Cochabamba enfrenta su quinta semana de colas por combustible

Conductores pasan hasta 12 horas en filas para cargar gasolina o diésel. La escasez persiste en estaciones de servicio de la ciudad, según reportes de este lunes 24 de marzo. El Gobierno atribuye el problema a dificultades para importar por falta de divisas.

\»Dormimos en los vehículos esperando el combustible\»

En la avenida Villazón, al este de Cochabamba, camioneros aguardan desde las 10:00 sin certeza de abastecimiento. \»El diésel se terminó a las 15:00 y prometen cisternas para la mañana siguiente\», relató un transportista. Situación similar se vive en la avenida Petrolera, donde las esperas superan las cinco horas incluso para motos con cargas mínimas.

Impacto en el transporte y la logística

El transporte pesado internacional reporta que solo llega al 40% el abastecimiento de diésel, según Unitel. La Cámara de Industria y Comercio (Cainco) advierte que las medidas paliativas son insuficientes: \»La incertidumbre sigue afectando a todos los sectores\».

Efectos en la producción agrícola

Productores maiceros de la zona señalan que la cosecha solo avanzó un 20%, combinando la falta de combustible con excesivas lluvias. Esto podría generar desabastecimiento en mercados locales en las próximas semanas.

Antecedentes

Bolivia depende en un 70% de combustibles importados, según datos oficiales. Desde 2022, el país enfrenta restricciones de divisas que limitan compras externas. La última crisis similar ocurrió en 2021, cuando protestas por desabastecimiento paralizaron regiones productivas.

Cierre

La prolongada escasez evidencia vulnerabilidades en la cadena de suministro energético. Mientras el Gobierno gestiona alternativas, ciudadanos y empresarios enfrentan pérdidas económicas y operativas que podrían agravarse si persiste el desabastecimiento.