Bolivia enfrenta amenazas y voto disperso a un mes de las elecciones
Protestas y declaraciones violentas ensombrecen los comicios del 17 de agosto. Sectores afines a Evo Morales exigen su candidatura, pese a impedimentos legales. Encuestas muestran a Doria Medina y Quiroga como favoritos, con alto porcentaje de indecisos.
«En vez de contar votos, van a contar muertos»
El proceso electoral está marcado por amenazas de grupos leales a Morales, que bloquearon carreteras en junio y dejaron seis fallecidos. Ruth Nina, aliada del exmandatario, advirtió con violencia si no lo inscriben, lo que derivó en una investigación penal. El TSE denunció «ataques» para afectar los comicios, pero aseguró que «no cederá ante presiones».
Escenario polarizado y expectativa ciudadana
La analista María Teresa Zegada señaló que las advertencias de Morales son «el factor más disonante», mientras el resto de la población apuesta por la votación. Destacó la «pausa social» actual, aunque persisten dudas sobre si sus seguidores permitirán elecciones en el Trópico de Cochabamba, su bastión.
Candidatos y encuestas: un panorama fragmentado
Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga lideran las preferencias, seguidos por Andrónico Rodríguez (MAS) y Manfred Reyes Villa. Zegada alertó sobre el «voto oculto» de indecisos, similar a 2020, cuando las encuestas no anticiparon el triunfo de Luis Arce. Para evitar segunda vuelta, un candidato necesita más del 50% de los votos o 40% con 10 puntos de ventaja.
Logística y observación internacional
El TSE habilitó a 7.9 millones de votantes, incluidos 370,000 en el exterior. Participarán misiones de la UE, OEA y Uniore, además de iniciativas locales como «Cuidemos el voto 2025». Nueva Generación Patriótica (NGP) se retiró al no inscribir a su candidato, Jaime Dunn.
De la crisis a las urnas
Las elecciones ocurren en un contexto de tensiones postgobierno de Morales, con una crisis económica que exige consensos al próximo mandatario. El MAS, ahora dividido, ya no controla el escenario como en décadas anteriores.
Un mes decisivo para la democracia boliviana
El desafío inmediato es garantizar comicios pacíficos, mientras las amenazas y la fragmentación electoral reflejan una sociedad en busca de soluciones. Los resultados podrían definir la gobernabilidad en un país con altas expectativas y polarización latente.