Empresas de alquiler cobran hasta 500 dólares por daños mínimos

Clientes denuncian cargos excesivos por arañazos casi imperceptibles detectados por IA en vehículos de alquiler. Hertz y otras compañías implementan sistemas automatizados sin canales claros de reclamo.
xataka.com

Empresas de alquiler cobran hasta 500 dólares por daños mínimos detectados por IA

Clientes denuncian cargos excesivos por arañazos casi imperceptibles. Hertz y otras compañías implementan escáneres con tecnología israelí UVeye en EE.UU., donde ya hay múltiples quejas. Los afectados critican la imposibilidad de reclamar ante sistemas automatizados.

«Marcas más pequeñas que un centavo, facturas de cientos de dólares»

Casos como el de un arañazo de 2,5 cm en una llanta que costó 440 dólares (incluyendo 125 por «procesamiento») han disparado las alertas. La IA de UVeye detecta hasta cinco veces más daños que los humanos, según la empresa, pero usuarios en Reddit muestran fotos donde las marcas «podrían ser suciedad o reflejos».

Reclamos bloqueados por chatbots

Adam Foley, uno de los afectados, recibió un descuento de 190 a 125 dólares si pagaba pronto, pero sólo pudo interactuar con un chatbot al reclamar. Hertz defiende que el sistema mejora la «transparencia», aunque no menciona los cobros polémicos.

De Atlanta a Europa: la expansión silenciosa

Hertz planea tener 100 sucursales con escáneres en EE.UU. para fin de año. Marcas como Dollar, Thrifty y Sixt ya usan tecnologías similares, aunque esta última emplea revisión humana. Avis prueba un sistema de la startup Ravin.

Cuando la precisión tecnológica se vuelve un arma

El sector del alquiler de coches busca eficiencia con IA, pero UVeye admite que su sistema recauda seis veces más por daños. Los casos documentados revelan que mínimas imperfecciones generan multas desproporcionadas.

Mirar bien el coche antes de devolverlo (y la letra pequeña)

La polémica evidencia un vacío en la supervisión de estos sistemas automatizados. Mientras las empresas priorizan la rentabilidad, los clientes enfrentan cargos controvertidos sin canales claros de apelación.