Elon Musk destina 2.000 millones de SpaceX a financiar su empresa de IA xAI
La inversión forma parte de una ronda de 5.000 millones. El magnate busca competir con OpenAI y Google mediante su modelo Grok, pese a los elevados costes operativos. SpaceX, empresa privada de Musk, no requiere aprobación de accionistas.
«Todo gira alrededor de convertir xAI en la punta de lanza de su imperio»
Elon Musk moviliza recursos entre sus empresas por cuarta vez en una década. La inyección de SpaceX es la mayor en otra compañía del magnate y la primera registrada en xAI. «No es casualidad que Grok esté integrado en X (antes Twitter)», destaca el texto, ya que la plataforma ahora da soporte a Starlink y podría usarse para robots Optimus.
Un historial de autofinanciación
Musk ha recurrido antes a SpaceX para rescatar Tesla (20 millones en 2008), financiar The Boring Company o comprar Twitter (1.000 millones). La diferencia clave: al ser privada, SpaceX no necesita aval de accionistas, a diferencia de Tesla, donde en 2016 usó sus acciones para adquirir SolarCity, generando críticas.
La IA es cara: 1.000 millones mensuales en Grok
xAI gastará 13.000 millones en 2025 frente a ingresos estimados de 500 millones. El plan incluye construir el superordenador Colossus (hasta 62.500 millones) y ampliar centros de datos con 200.000 GPUs NVIDIA. Pese al lanzamiento de Grok 4, su impacto aún dista del de ChatGPT o Gemini.
De fábricas abandonadas a superordenadores
Musk transformó una planta en EEUU en el «superordenador más potente del mundo» para xAI, que ya maneja infraestructuras millonarias. La estrategia refleja su obsesión por competir con gigantes tecnológicos, aunque la rentabilidad sigue siendo un desafío.
Un imperio que se alimenta a sí mismo
La viabilidad de xAI dependerá de la capacidad de Musk para sostener pérdidas billonarias mientras escala su tecnología. La apuesta por Colossus y la integración con sus otras empresas marcarán si logra rivalizar con los líderes del sector.