Demócratas de Arizona destituyen a su presidente por conflictos internos
Robert E. Branscomb II fue removido con el 89% de los votos tras una reunión marcada por tensiones. La decisión se tomó el 16 de julio de 2025 después de que líderes estatales desviaran sus campañas para evitar al partido.
«Una votación que refleja la ruptura»
El Comité Demócrata de Arizona aprobó la destitución con 476 votos a favor y 56 en contra, superando por ocho el umbral requerido. Branscomb defendió su gestión hasta el final, acusando a sus críticos de usar «tácticas divisorias y falsedades». Los senadores Mark Kelly y Ruben Gallego habían sido blanco de sus críticas en una carta polémica de abril.
Repercusión en las campañas electorales
La gobernadora Katie Hobbs, el secretario de Estado Adrian Fontes y la fiscal general Kris Mayes —todos en carrera por la reelección en 2026— crearon una campaña paralela para evitar al partido estatal. «Perdió nuestra confianza», declararon en una carta conjunta tras los ataques de Branscomb.
Raíces de la crisis
El conflicto se intensificó cuando Branscomb difundió desacuerdos internos en abril, polarizando al partido. POLITICO había adelantado en ese mes que los líderes estatales buscaban alternativas ante la falta de unidad.
Un capítulo cerrado, pero con consecuencias
La destitución resuelve temporalmente la crisis, pero deja al partido en reconstrucción a menos de un año de las elecciones clave de 2026. La coordinación entre figuras estatales y el nuevo liderazgo será determinante.