Universidades de Alemania del Este pierden estudiantes por su mala imagen política
La TU Chemnitz registra clases con un solo alumno. El descenso de matriculaciones, especialmente de estudiantes occidentales, genera déficits millonarios. La percepción negativa del este y eventos como las protestas xenófobas de 2018 ahuyentan a los jóvenes.
«¿Por qué ir al ‘malvado’ Sajonia si tengo mi cómoda Baviera?»
Marvin Buschbeck, estudiante de Matemáticas en la TU Chemnitz, asiste a clases casi en solitario. «El ratio profesor-alumno es excelente, pero el estigma político pesa», explica. La universidad, con alquileres bajos y buena valoración, solo atrajo al 7% de estudiantes occidentales en 2024, frente al 11% en 2017. Las protestas de extrema derecha en 2018 y 2015 marcaron un punto de inflexión.
Impacto económico y laboral
La TU Chemnitz enfrenta un déficit de 2.2 millones de euros por no cumplir metas de matriculación. 21.5 puestos de trabajo están en riesgo, y 25 plazas ya fueron congeladas. Claudia Maicher, diputada de Los Verdes, advierte: «El declive en regiones fuera de Leipzig daña el sistema educativo sajón».
Un este vaciado y estigmatizado
Tras la reunificación, el este alemán lucha contra la despoblación y estereotipos. Eventos como las marchas xenófobas de Chemnitz en 2018 reforzaron la imagen de una región insegura. Leipzig, excepción en Sajonia, atrae estudiantes locales, pero no logra compensar la fuga de occidentales.
¿Salvavidas internacional?
Un tercio de los estudiantes de Chemnitz son extranjeros, clave para sostener la economía local. Expertos subrayan que combatir el extremismo y potenciar ofertas culturales son urgentes para revitalizar las universidades.