La UE reforma su política agraria con menos fondos y más exigencias ambientales
El presupuesto agrícola se reducirá y priorizará explotaciones sostenibles. Bruselas propone limitar subsidios a 100.000€ por granja y transferir competencias a los estados. La medida busca equilibrar productividad y ecología, pero genera críticas por riesgos de desprotección ambiental.
«Menos dinero, pero más justo»
La UE planea recortar su presupuesto agrario de 55.000 millones anuales, destinando fondos a «quienes realmente los necesitan». La nueva política agrícola común (PAC) limitará ayudas a 100.000€ por explotación y promoverá prácticas ecológicas. El 20% de los mayores beneficiarios en Alemania recibía hasta 6 millones anuales, un modelo que Bruselas considera desequilibrado.
Reacciones encontradas
El Deutscher Bauernverband (Asociación de Agricultores Alemanes) rechaza los recortes, mientras ecologistas como Phillip Brändle advierten: «Podría haber un retroceso en estándares ambientales y de bienestar animal». La UE argumenta que premiará a quienes trabajen «en armonía con la naturaleza», combatiendo problemas como la contaminación por nitratos.
Raíces de la reforma
La PAC, creada en 1957 para evitar escasez alimentaria, incentivó décadas de producción masiva (con excedentes como los «lagos de leche»). Desde los 2000, vinculó subsidios a normas ambientales. La nueva propuesta descentraliza decisiones, pero críticos como el eurodiputado Martin Häusling temen una «renacionalización» que debilite controles.
Un campo con futuro incierto
La reforma, vigente desde 2028, busca atraer jóvenes (solo el 10% de agricultores tiene menos de 40 años) y mejorar condiciones laborales. Su éxito dependerá de cómo los estados apliquen las directrices, en un contexto de recortes por gastos en defensa y migración.